Como fue su cumpleaños y no pudimos celebrarlo por motivos personales, decidí hacerle una tarta especial. La verdad es que cuando la empecé no tenía ni idea de como la acabaría. Tenía claro dos cosas: que quería hacerle una muñeca que fuera parecida a ella, y que tuviera rosas blancas ya que son sus favoritas. El montaje de la tarta fue todo improvisado.. En dos tardes escasas (ya que se me echaba encima el tiempo de entrega), y batallando con la muñequita, por fin la acabe!!
Cuando se la entregué, sentí una satisfacción muy grande al ver que le encantó!Espero que a vosotros también ;)
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